APRENDE DE LOS DEMÁS.
Cuando he quitado la necesidad de competir, de juzgar y de compararme, puedo tener el privilegio de aprender todo. Aunque lo que se diga o se haga sean contrarios a lo que yo haría o diría. Si tengo una mente flexible puedo dar saltos. Si tengo una mente rígida estoy estático. Si tengo una mente líquida todo me da lo mismo. Abrir mi mente para poder ser flexible me permite aprender de los demás, sin sentirme amenazado.
“Todo me enseña”