PROCURA EN LAS MAÑANAS VER EL CIELO Y DISFRUTARLO.

¡Tres minutos para sentir bonito! Se que en las mañanas corro, todo se junta y empiezo en automático a hacer lo de siempre. ¡Alto! Sólo tres minutos, contempló el cielo infinito con su propio movimiento, como un regalo que siempre es diferente y que me recuerda que estoy vivo, que es mi oportunidad, que la vida camina y que lo de ayer no regresa.

Me doy permiso, siento bonito.

“Estoy vivo, veo el cielo, siento bonito”